La mamoplastia de aumento es una intervención que, como su nombre indica, se realiza para aumentar el volumen de los senos poco desarrollados o que se han atrofiado después de la maternidad. También puede realizarse esta técnica para corregir al mismo tiempo asimetrías mamarias y correcciones en el tratamiento de las pacientes mastectomizadas.

Previo a la intervención calculamos volúmenes, proyección y forma de las mamas con el fin de indicar el implante mamario más adecuado a cada paciente, en función de gustos y defecto a corregir. Nos ayudaremos de un programa informático para elegir las prótesis adecuada (se dispone de más de 240 tamaños y formas distintas) y moldes externos que le pondremos al paciente para llegar a un acuerdo con el tamaño deseado.

Existen distintas vías de abordaje para la realización de esta operación, siendo la más indicada una pequeña incisión el en pliegue submamario, pues de esta forma no se altera ni se corta la glándula mamaria lo que favorece los controles mamográficos posteriores.

Esta cirugía se realiza en quirófano con anestesia general o local (epidural) con sedación (que consiste en relajar al paciente mientras dura la intervención, permaneciendo sumido en un profundo sueño muy ligero y superficial, sin dolor). Las prótesis utilizadas, compuestas por un gel de silicona de alta cohesividad (lo que significa que aunque la prótesis se rompa el contenido no se saldrá por ser muy denso y compacto) pueden ser redondas o anatómicas con forma de lágrima (que son las que utilizamos más frecuentemente) y las colocamos de forma habitual por debajo del músculo pectoral, con lo que se consigue un resultado totalmente natural.

Aparte de las complicaciones posibles (muy raras) existe una sobre las que hemos de hacer hincapié, se trata de la contractura capsular (encapsulamiento), que consiste en una reacción de aislamiento que produce todo cuerpo extraño introducido en el organismo, creándose una cápsula fibrosa alrededor de la prótesis, que de forma natural tiene que ser muy delgada, pero en ocasiones y generalmente debido a la falta de hacer reposo recomendado, ésta se engruesa comprimiendo la prótesis a los pocos meses de la operación. Esta cápsula es a veces tan dura y firme que altera el aspecto exterior de la mama, produciendo una sensación de rigidez que necesitará una intervención para romper esta cicatriz interna (capsulotomía).

El encapsulamiento, está claramente relacionado con infecciones mamarias subclínicas, que están aumentadas en los casos de abordajes quirúrgicos por la areola y colocación de la prótesis encima del músculo (aumentando el riesgo de contractura capsular a largo plazo en un 60%-70%) y también existe una clara relación de la aparición del encapsulamiento, con sangrados postquirúrgicos, por lo que nosotros recomendamos limitar la movilización de los brazos durante el primer mes.

El Dr. Antonio García opera en el Hospital Quirón Tenerife, donde es Jefe del Departamento de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.